Los peligros de la Biología sintética
Una empresa de biotecnología desarrolló un virus parecido al de
la viruela de manera intencionada y a nadie pareció importarle
Por
Prof.
Gregory
D. Koblentz,
21
de febrero de 2020
A menos que los organismos mundiales, los gobiernos nacionales y
las organizaciones científicas no pongan en marcha medidas de
seguridad más estrictas en la investigación de los virus
sintéticos, la próxima noticia que conozcamos es que en un nuevo
avance de la biología sintética un ignoto científico en un
escondido laboratorio ha hecho resurgir el virus de la viruela.
En 2017, el virólogo David Evans apareció en los titulares cuando
empleando la biología sintética logró reproducir
el extinto virus de la varicela, que está estrechamente
relacionado con el virus que causa la viruela, una enfermedad
erradicada en 1980. Evans y su equipo, encargando por correo el
material genético que necesitaban, informaron de que se gastaron
100.000 dólares en la investigación, una cantidad que parece
pequeña dadas las trascendentales implicaciones de su trabajo. "No
hay duda. Si es posible con la varicela, es posible con la viruela",
dijo el virólogo alemán Gerd Sutter a la revista Science en un
reportaje sobre el trabajo de Evans. Un número de expertos en
bioseguridad e incluso el consejo editorial del Washington Post se
sumaron a las críticas para expresar sus preocupaciones. Dada la
reacción con la que se encontró Evans, uno podría esperar que la
noticia de que otro microbio relacionado con el virus de la viruela
había sido sintetizado haría sonar las alarmas de forma similar.
Sin embargo, cuando la empresa biotecnológica estadounidense que
financió el trabajo de Evans sobre la varicela, Tonix
Pharmaceuticals, anunció en enero de este año que había
sintetizado con éxito un microbio similar, Vaccinia (virus
vacuna) , nadie pareció prestar atención.
Desde que la Organización Mundial de la Salud erradicó el virus
variólico causante de la viruela, las únicas muestras conocidas de
éste se conservan en dos instalaciones de alta seguridad en los
Estados Unidos y en Rusia. Pero los avances en la biología
sintética, un campo que incluye el arte y la ciencia de la
construcción de genomas virales, han hecho que sea posible la
construcción del virus de la viruela en un laboratorio. Aunque no
hay evidencia de que alguien haya hecho eso todavía, como indica el
trabajo de Tonix, los investigadores se están acercando
increíblemente a esa posibilidad. Antes de que fuera erradicada, la
viruela fue responsable de 300 millones de muertes en el siglo XX. La
reintroducción de la enfermedad -por negligencia o maldad- sería un
desastre sanitario mundial.
Tonix anunció el nuevo virus sintético de la vaccinia de forma
discreta, ocultando la noticia en un cartel que la empresa presentó
en la conferencia anual de ciencia y política de biodefensa de la
Sociedad Americana de Microbiología. El cartel se centraba en el
progreso que la empresa estaba haciendo en las pruebas del virus
sintético de la viruela de Evans para su uso como vacuna contra la
varicela, que Tonix llama TNX-801. Las vacunas actuales contra la
viruela se basan en virus vivos de vaccinia que se cultivan usando
tecnología de cultivo celular. El cartel de Tonix también hace
referencia a otra vacuna contra la viruela que la compañía está
probando, una basada en una versión sintética del virus de la
vaccinia que Tonix llama TNX-1200. Aunque los virus de la vaccinia y
la varicela no son en sí mismos amenazas graves para la salud
humana, hay varias razones por las que este nuevo impulso en la
biología sintética es motivo de preocupación.
Tonix aparentemente ha ignorado las preocupaciones que muchos
expertos en bioseguridad, incluyéndome a mí, han planteado. Dada la
estrecha similitud genética entre los Orthopoxvirus
como los virus de la varicela, la viruela y la vaccinia, las técnicas
de laboratorio que pueden utilizarse para fabricar uno también
pueden emplearse para producir otros, el más preocupante de los
cuales es el virus de la viruela. De hecho, Evans lo ha dicho él
mismo, señalando que su investigación "fue una dura
demostración de que esto también podría hacerse con el virus
variólico". El laboratorio de Evans utilizó la misma técnica
para producir el virus sintético de la vaccinia por Tonix que para
sintetizar el virus de la varicela.
A diferencia de otros casos de investigaciones controvertidas de
doble propósito, los riesgos que plantea la síntesis de
Orthopoxvirus no se ven compensados por ningún beneficio
significativo. En 2018 escribí que los beneficios de utilizar el
virus de la varicela de Evans y Tonix como vacuna contra la viruela
se basaban en una base científica débil y en un argumento comercial
aún más débil. El caso de la síntesis de la vaccinia es más
dudoso. Tonix no puede afirmar que sintetizar el virus de la vaccinia
fuera la única manera de obtenerla. A diferencia del virus de la
varicela, que se extinguió en los años ochenta y del cual la única
muestra conocida se encuentra en los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades, la vaccinia está muy difundida en
múltiples fuentes.
El argumento comercial para una nueva vacuna contra la viruela basada
en plataformas novedosas como un virus sintético o la vaccinia
sintética es aún más débil de lo que era hace unos años. Uno de
los puntos clave de Tonix sobre la vacuna basada en el virus
sintético de la viruela es que sería más segura que las variedades
de vacunas más antiguas. Dado que la cepa de vaccinia sintética de
la empresa incluida en la vacuna TNX-1200 es "muy similar"
a la cepa de vaccinia utilizada en una de las antiguas vacunas de
viruela, llamada de segunda generación, es difícil ver cómo esta
nueva vacuna sintética podría tener un perfil de seguridad mayor.
Lo que complica aún más el caso de Tonix es que ahora hay
disponible una nueva y más segura vacuna de tercera generación
contra la viruela. El año pasado, la Administración de Alimentos y
Medicamentos de EE.UU. (FDA) autorizó la vacuna JYNNEOS de los
países nórdicos de Baviera, que se basa en una cepa de vaccinia no
replicable. Esta vacuna no daña el corazón, a diferencia de la
segunda generación de vacunas contra la viruela, e incluso se puede
administrar a personas con sistemas inmunológicos debilitados. Es
probable que Tonix tenga dificultades para atraer el capital de
riesgo o la financiación gubernamental necesaria para obtener la
aprobación y la licencia de cualquiera de sus candidatos a la vacuna
sintética contra la viruela.
Dado el actual nivel de interés de los científicos en utilizar los
Orthopoxvirus, así como los virus relacionados con la viruela, para
desarrollar nuevas vacunas y terapias contra el cáncer, ya existen
laboratorios que podrían utilizar la biología sintética para
avanzar en sus investigaciones. De hecho, Evans había expresado
anteriormente su esperanza de sintetizar las cepas de vaccinia
modificadas genéticamente para desarrollar nuevos tratamientos
contra el cáncer. Como lo demuestra la reacción relativamente
callada al anuncio de la vaccinia sintética de Tonix, existe un
serio riesgo de que la síntesis del Orthopoxvirus pueda considerarse
gradualmente como una investigación normal y legítima. No es
difícil imaginar el surgimiento de un conjunto global de
laboratorios y científicos capaces de desarrollar versiones
sintéticas del virus de la viruela infecciosa.
Si bien los ortopoxvirus figuran entre los virus más complicados y
costosos de sintetizar, un grupo consultivo científico de la
Organización Mundial de la Salud determinó que "un técnico de
laboratorio cualificado o estudiantes universitarios que trabajen con
virus en un laboratorio relativamente sencillo" podría estar a
la altura de la tarea. Ya se ha determinado la secuencia del genoma
del virus de la viruela y está disponible en la web. El componente
clave necesario para sintetizar el genoma de un virus es el ADN. En
el caso del virus variólico, lo que se requiere son unos 186.000
pares de base de material genético. Y ahora hay una industria global
de empresas de síntesis de ADN que producen y venden ADN para su uso
en la investigación biomédica y la biomanufactura.
Según lo descrito por el panel de la Organización Mundial de la
Salud, una vez que un laboratorio ha adquirido las moléculas de ADN
necesarias, tendría que ensamblar el material en un genoma completo
y utilizar un virus auxiliar para generar un virus variólico
infeccioso. Según mis cálculos, hay al menos 100 laboratorios en
todo el mundo con la experiencia necesaria para hacerlo.
Es preocupante que haya pocas garantías nacionales o internacionales
significativas para evitar el acceso al ADN necesario para sintetizar
el virus de la viruela. Según un estudio mundial de 2019 sobre
prácticas de bioseguridad realizado por la Nuclear Threat
Initiative, una organización sin fines de lucro que hace un
seguimiento de los riesgos de bioseguridad y otras amenazas, ningún
país exige a las empresas que venden ADN sintético que impidan que
"partes sospechosas" adquieran materiales. El grupo de
estudio también descubrió que menos del 5% de los países regulan
la investigación de doble uso, como el uso de técnicas que también
podrían utilizarse para sintetizar virus peligrosos.
La única novedad positiva en esta esfera en los últimos años es
que el Consorcio Internacional de Síntesis Genética, un grupo de
empresas de síntesis de ADN que examina a los clientes y sus
pedidos, ha prohibido a sus miembros que sinteticen secuencias
genéticas exclusivas del genoma del virus de la viruela.
Lamentablemente, el consorcio representa sólo el 80 por ciento del
mercado mundial de la síntesis de ADN, lo que deja a un número muy
grande de empresas que operan sin ningún tipo de regulación sobre
lo que pueden hacer y a quién se lo pueden vender.
El mercado poco regulado del ADN sintético, la normalización de la
investigación sobre los ortopoxvirus sintéticos y un gran número
de instalaciones e investigadores capaces, generan un entorno en el
que un estado rebelde, una empresa sin escrúpulos, un científico
imprudente o un grupo terrorista podrían reintroducir potencialmente
uno de los peores flagelos microbianos de la historia de la
humanidad.
A menos que los organismos mundiales, los gobiernos nacionales y las
organizaciones científicas no pongan en marcha medidas de seguridad
más estrictas en la investigación de los virus sintéticos, la
próxima noticia que conozcamos es que en un nuevo avance de la
biología sintética un ignoto científico en un escondido
laboratorio ha hecho resurgir el virus de la viruela.
Gregory D. Koblentz es profesor asociado y director del
Programa de Graduados en Biodefensa de la Escuela de Política y
Gobierno de la Universidad George Mason.
-----------------------------------------