Bayer debe pagar una indemnización de 265 millones de dólares a un agricultor por los daños producidos por el herbicida dicamba


Sustainable Pulse, 16 de febrero de 2020


El sábado, un jurado dictaminó el pago de una indemnización de 250 millones de dólares por los daños causados a un agricultor de melocotones del sudeste de Missouri que argumentó que el herbicida dicamba, que se había filtrado en su explotación desde otros cultivos cercanos, había dañado gravemente sus árboles, una indemnización que podría ser un buen indicio para otros 140 agricultores que demandan a los fabricantes del producto químico: Bayer (Monsanto) y BASF.

Los daños penales acordados al agricultor Bill Bader, de Campbell, se impusieron un día después de que el jurado le concediera otros 15 millones de dólares en concepto de daños reales, coincidiendo con su argumento de que dicamba se había filtrado de otros cultivos y había dañado gravemente a Bader Farms, que es una de las mayores plantaciones de melocotones de Missouri. Los abogados de Bader argumentaron que sus árboles probablemente se secarían por la exposición al herbicida dicamba, según informó el St. Louis Post-Dispatch.

El veredicto del jurado es la última pesadilla en los litigios que tiene pendientes Bayer, que también está tratando de resolver decenas de miles de demandas que alegan que la exposición a su herbicida Roundup causa cáncer.

Esta última decisión judicial surge en un momento en el que se habla mucho de una crisis por filtraciones de dicamba, de los cuales se ha informado en Arkansas, Iowa e Illinois.

Linda Wells, Directora de Organización de la Red de Acción contra los Pesticidas, dijo en una declaración: “Este fallo judicial es sólo la punta del iceberg, ya que hay otros muchos agricultores que también han resultado afectados por dicamba presentarán también demandas. Documentos internos de Monsanto (ahora Bayer) muestran que la empresa está comercializando un producto muy dañino y no probado, y que ha utilizado sus influencias para engañar a las agencias de regulación.

Si los agricultores no utilizan el sistema Xtend se verán afectados por daños en sus cultivos y la consiguiente pérdida de rendimientos por la filtración de dicamba. Bayer y BASF están obteniendo grandes beneficios por el aumento de la superficie cultivada de soja resistente a dicamba, y por el aumento del uso de este herbicida. Pero la victoria de Bader Farms puede suponer un cambio de rumbo y abre expectativas para que otros agricultores exijan también indemnizaciones a Bayer y BASF por esta crisis de filtraciones de dicamba”.

Decenas de agricultores de todo el territorio de los Estados Unidos están demandando a la antigua Monsanto Co., comprada en 2018 por Bayer AG, y al consorcio BASF en un proceso de responsabilizar a las empresas por los millones de hectáreas de daños a los cultivos que, según los agricultores, se deben al uso ilegal generalizado del producto químico dicamba para eliminar las hierbas, un uso promovido por estas empresas.

Dicamba viene siendo utilizado por los agricultores desde los años sesenta, pero con limitaciones que tienen en cuenta la propensión del producto químico a desplazarse lejos del lugar donde fue aplicado. Cuando los populares productos a base glifosato de Monsanto para eliminar las hierbas, como Roundup, empezaron a perder eficacia debido a su resistencia generalizada, Monsanto decidió lanzar un sistema de cultivo de dicamba similar a su popular sistema Roundup Ready, que emparejaba las semillas tolerantes al glifosato con herbicidas de glifosato. Los agricultores que compraran las nuevas semillas tolerantes a dicamba, diseñadas mediante ingeniería genética, podrían tratar más fácilmente las malezas resistentes fumigando campos enteros con dicamba, incluso durante los meses cálidos de crecimiento, sin dañar sus cultivos. Monsanto anunció su colaboración con BASF en 2011. Las empresas dijeron que sus nuevos herbicidas de dicamba serían menos volátiles y menos propensos a las filtraciones que las antiguas formulaciones de dicamba.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) aprobó el uso del herbicida de dicamba de Monsanto "XtendiMax" en 2016. BASF desarrolló su propio herbicida de dicamba que denomina Engenia. Tanto XtendiMax como Engenia se comercializaron por primera vez en los Estados Unidos en 2017.

Monsanto comenzó a vender sus semillas tolerantes a dicamba en 2016, y una afirmación clave de los demandantes es que la venta de las semillas antes de la aprobación reglamentaria de los nuevos herbicidas de dicamba alentó a los agricultores a fumigar los campos con las antiguas formulaciones de dicamba, altamente volátiles. La demanda de Bader reivindica: "La causa de tal destrozo de los cultivos de la demandante Bader Farms es la emisión deliberada y negligente por parte de la demandada Monsanto de un sistema de cultivo defectuoso -a saber, sus semillas de soja Roundup Ready 2 Xtend y de algodón Bollgard II Xtend modificadas genéticamente ("cultivos Xtend")- sin el correspondiente herbicida dicamba aprobado por la EPA".

Los agricultores afirman que las empresas sabían y esperaban que las nuevas semillas estimularían un uso tan generalizado de dicamba que la dispersión dañaría los campos de los agricultores que no compraran las semillas genéticamente modificadas tolerantes a dicamba. Los agricultores alegan que esto era parte de un plan para ampliar las ventas de las semillas genéticamente modificadas tolerantes a dicamba. Muchos alegan que las nuevas formulaciones de dicamba vendidas por las empresas también se filtran y causan daños a los cultivos, como lo han hecho las antiguas formulaciones.

------------------------------------------


Entradas populares